viernes, 30 de julio de 2010

Apuntes de lengua: Semántica

Introducción


Entendemos en primer lugar que La Semántica es la disciplina lingüística que estudia el significado o, más bien la significación. Por eso quizá conviene precisar  en primer lugar qué entendemos por significado. En términos generales, se supone que todos los hablantes de un idioma conocen el significado de las palabras que usan, pero esto es erróneo, entre otras razones porque una palabra puede ser usada con diversas acepciones, pues la mayoría de las palabras no presentan un significado unívoco, sino que varían dependiendo del contexto en el que son empleadas. El hablante intuye cuál es el significado preciso de esa palabra, pero siempre existen palabras que se le escapan, que es incapaz de precisar, ni siquiera por el contexto en el que son enunciadas.  Cuando realmente conoce su significado es cuando es capaz de utilizar con propiedad, porque sabe cuáles son sus acepciones y en qué contextos puede utilizarla.  El significado funciona en el lenguaje con unas normas que posibilitan que todos los hablantes compartan esas delimitaciones o lexías, aunque también es frecuente que las palabras adquieran rasgos diferenciadores en determinadas zonas geográficas, en ocasiones se trata de matices, en otras, de verdaderas diferencias.
También debemos tener en cuenta la distinción que existe entre significado denotativosignificado connotativo. Ambos rasgos sirven para conocer lo que significa una palabra. El significado denotativo es el conjunto de rasgos que definen el concepto de un término. El significado denotativo de chucho –por ejemplo- se identificaría con el concepto, perro. Pero si atendemos a su significado connotativo debemos reconocer que chucho, añade un matiz despectivo. Por eso el significado connotativo es el conjunto de asociaciones que posee un término, al margen de su concepto.
Generalmente identificamos el significado connotativo de una palabra con el significado subjetivo y personal. Por ejemplo, para un creyente, la palabra ateo es despectiva, mientras que para una persona que no se considera creyente, el rasgo despectivo desaparece. En este caso, el rasgo despectivo lo determina el uso en determinados contextos. Sin embargo, se trata de un significado connotativo subjetivo. La lengua posee también términos con significados connotativos objetivos y aceptados por toda la comunidad lingüística. Palabras como seguridad, moda, maternaprecisión o novedad poseen un sentido fuertemente connotado con un rasgo positivo que les aporta una aceptación y valoración generalizada por el hablante, es decir, son términos ante los que el hablante actual adopta una actitud positiva. De hecho, si observamos los mensajes publicitarios, políticos, periodísticos o ideológicos comprobamos que se utilizan para atraer el beneplácito del receptor. Tengamos en cuenta la importancia que adquieren los medios de comunicación en esta polarización subjetiva de las palabras. De hecho no en vano son expertos de la manipulación y utilizan las palara como herramientas eficaces de propaganda, por lo que hay que estar muy atentos para no aceptar sus roles, para adquirir una opinión propia de la realidad que no esté mediatizada por sus juegos.

Para el estudio del significado vamos a partir de dos premisas: la que alude  a los elementos que constituyen el signo y la que tiene en cuenta  su  funcionamiento dentro de la comunicación.

Del esquema bipartito de Saussure del signo –sigt,/sigdo- se paso a esquemas triangulares como los de Ogden y Richards o Ullman, que añaden un tercer elemento: el referente, es decir, la cosa o realidad. Si bien ésta es exterior al signo, éste sólo existe porque señala a un referente.  Según esto la arbitrariedad del signo radicaría en que un significante designa una cosa; mientras que, por el contrario, la relación entre sigte ysigdo se presenta como necesaria para los hablantes de una lengua. La significación sería entonces la relación existente entre los dos planos del signo lingüístico  o entre dos de los vértices del triángulo, o sea, entre sigte sigdo. En cuanto a la relación del signo en su integridad con el referente,  ésta se denominaría designación.
 Pero el significado también puede definirse según su uso. Así se ha llegado a afirmar que el significado es el uso mismo; esto es, aquello para lo que se sirve en  un  proceso  de comunicación. Palabras como “desastre” ante un terremoto o ante un examen,  expresiones como “buenos días” pronunciadas un frío día de Enero, poseen un significado que parece proceder no de un sistema de valores inventado previamente, sino de una diversidad de situaciones de elocución que determinan usos variados.  Ambas definiciones pueden quizás conciliarse si entendemos que los signos poseen un significado en la lengua, el cual necesariamente se realiza en el habla; en un acto lingüístico, individual y concreto.
Fuente: http://elarlequindehielo.obolog.com

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